Entre risas y más risas es fácil que resurjan buenos recuerdos de tiempos pasados. Es fácil que en una cena entre buenas amigas se empiece hablar de las hazañas y las experiencias que un dia nos unieron. Recordar sueños, ilusiones, experiencias juntas, … cuesta muy poco, pero vale mucho. Es en estos momentos en los cuales nos paramos a pensar que muchas veces lo que nos ha unido es lo mimo que nos puede llegar a separar. Con los años cada una de nosotras cojera un camino distinto; puede ser que estos caminos no se encuentren jamás, o por el contrario puede ser que sean paralelos y cercanos. Sea como sea, estoy encantada de tener buenas amigas con las cuales recordar tiempos pasados. Me parece asombroso que con tan solo una sonrisa, una mirada o un simple gesto nos podamos comunicar; sobran las palabras. Precisamente por esto me considero una persona afortunada; afortunada de tener cerca personas que me quieren y lo conocen todo sobre mí. Sé que ellas saben que les quiero mucho; y que aunque no siempre lo demuestre no olvido nunca lo que han hecho, hacen o sé que harán algún dia por mí. Quizás la tristeza nos persigue cuando nos damos cuenta de que estamos un poco más distantes que ayer; pero nos reconforta saber que ese poco se convierte en un nada cuando estamos juntas de nuevo. Escuchar se nos da bien, y eso nos une. Pase lo que pase, quiero que sepan que nunca olvidaré lo que hemos vivido y que dia a dia intentaré imaginar lo que aun nos queda por vivir. Quedan miles de sonrisas por regalar. Miles de sueños por los que luchar. ♥
dissabte, 21 de novembre del 2009
¡Por lo que nos queda!
Entre risas y más risas es fácil que resurjan buenos recuerdos de tiempos pasados. Es fácil que en una cena entre buenas amigas se empiece hablar de las hazañas y las experiencias que un dia nos unieron. Recordar sueños, ilusiones, experiencias juntas, … cuesta muy poco, pero vale mucho. Es en estos momentos en los cuales nos paramos a pensar que muchas veces lo que nos ha unido es lo mimo que nos puede llegar a separar. Con los años cada una de nosotras cojera un camino distinto; puede ser que estos caminos no se encuentren jamás, o por el contrario puede ser que sean paralelos y cercanos. Sea como sea, estoy encantada de tener buenas amigas con las cuales recordar tiempos pasados. Me parece asombroso que con tan solo una sonrisa, una mirada o un simple gesto nos podamos comunicar; sobran las palabras. Precisamente por esto me considero una persona afortunada; afortunada de tener cerca personas que me quieren y lo conocen todo sobre mí. Sé que ellas saben que les quiero mucho; y que aunque no siempre lo demuestre no olvido nunca lo que han hecho, hacen o sé que harán algún dia por mí. Quizás la tristeza nos persigue cuando nos damos cuenta de que estamos un poco más distantes que ayer; pero nos reconforta saber que ese poco se convierte en un nada cuando estamos juntas de nuevo. Escuchar se nos da bien, y eso nos une. Pase lo que pase, quiero que sepan que nunca olvidaré lo que hemos vivido y que dia a dia intentaré imaginar lo que aun nos queda por vivir. Quedan miles de sonrisas por regalar. Miles de sueños por los que luchar. ♥
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La verdadera amistad nunca muere, Edurne. Si por ley de vida las personas nos separamos, siempre estarán ahí: en nuestro recuerdo.
ResponEliminaUn beso y feliz "finde".
Un día le comenté a un conocido que había ido a comer el día anterior con dos amigos. Mirándome a los ojos me preguntó: ¿Tantos amigos tienes? Por tu relato observo que eres una afortunada y que tienes varias amigas. Consérvalas y mímalas, porque eso es tener un verdadero tesoro. Un cordial saludo.
ResponEliminaEdurne...
ResponEliminaAún conservo esas amistades de juventud, en las que nos prometiamos no separarnos jamás. Desgraciadamente, como bien dices, la vida nos lleva a cada uno por un derrotero, pero siempre formaremos parte de nuestras vidas. Siempre nos acordaremos.
Un beso, reina