Sóc conscient que sense la gent que em llegeix aquest bloc no tindria massa sentit, és per això que he decidit apropar-me una mica més a tots els que, de tant en tant, feu una ullada a les meves reflexions. Així doncs, deixo a la vostra disposició la direcció de correu electrònic del bloc: edurnezermoduz@hotmail.es, per si algú de vosaltres vol enviar-me qualsevol queixa, inquietud, aportació, opinió, etc. MOLTES GRÀCIES!

divendres, 9 d’abril del 2010

Otra vez, como siempre

Esa sensación que tienes cuando le ves, cuando le ves en el momento y en el lugar menos pensado. Y él no te ve, sigue con lo suyo porque no se ha percatado de que estás allí. Y nace en ti algo parecido a la locura, al deseo de que te vea, de que recuerde que aun existes. Te sorprendes a ti misma, no estás loca, pero actúas como tal. Pensabas que nunca más sentirías algo así por él, pero a pesar de tus esfuerzos, algo en ti te ha tirado hasta él. Algo en ti ha hecho que le siguieras; quizás para sentirle un poco más cerca, quizás con la esperanza de que en un momento dado se girase y te viese. Sigues. Quieres parar, pero no puedes. Tantos días sin verle y hoy se ha cruzado otra vez en tu mundo para romperte los esquemas. Él no lo sabe, pero ahora piensas en él. Recuerdas lo que te gusta(va) de él y la nostalgia invade tu cuerpo. Sabes que todos esos días jamás volverán. Nunca más podrás disfrutar de su presencia, aunque solo fuese en la distancia. Y de repente ves que se aleja. Se va. No te ha visto. Él se ha cruzado en tu camino, tú en el suyo no. Lejos quedaron esos días en los que los días tenían algunos minutos plenos de felicidad. Sabes que es cierto, que hay que olvidar el pasado, vivir el presente y mirar al futuro, pero la práctica es más difícil que la teoría. Además, todo se complica cuando recuerdas que no hace mucho le diste la espalda, simplemente porque no tuviste valor de mirarle a la cara por miedo a que él supiera que aún le amas.

1 comentari:

  1. Hola Edurne, desde la Vall de Tost, concretamente Torá de Tost, saludos y si visitas la tierra natal, de nuestro insigne caballero, Arnau, en Cal Plació o Cal Poblador, tendrás unos amigos.

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