Calor. Mucho calor. Es lo que tiene el verano, pero aun así me fastidia. Odio el calor y también tengo que decir que el verano no es precisamente mi estación favorita. Dónde está el invierno y el frío que se quite todo lo demás. Ahora mismo el cielo está nublado. Aunque sabiendo como son esto de las tormentas de verano, una no se puede fiar de lo que marca el cielo. Creo que se nota que estoy aburrida y que no sé muy bien que hacer. Todo el dia que ando de un lado para otro, buscando un sitio un poco fresco. Pero nada. La búsqueda ha sido en vano. Suerte que llega la noche y esto de tener un jardín donde tomar el fresco es toda una bendición. Eso sí, en estos días de calor la sandía bien fresquita es mi mejor aliada. Pero bueno, por mucha sandía que haya este calor continúa siendo insoportable. Además, si a todo esto le sumamos que estamos en domingo pues… ¡Odio los domingos! Son todos iguales. Aburridos con ganas. Nunca me han gustado y creo que nunca me gustarán. Aun así, sé que hay centenares de personas que desean con todas sus fuerzas que llegue el domingo.
¡Vaya! Las hojas de los árboles empiezan a moverse. Hace un poco de aire. Bien. Buena señal. Es curioso, con poca cosa nos conformamos cuando estamos apurados. Que bobos somos a veces.
Prefereixo la primavera, quan fa solet i la temperatura ronda els 16-18ºC. xdd
ResponEliminaxo.