Bonito día. Unas cuantas nubes en el cielo pero con predominio de sol. Decido salir al porche de madera con el portátil para cambiar un poco de aires. Todo bien. Veo como poco a poco se va nublando el cielo. Algún que otro trueno a lo lejos, pero tranquila, no parece que vaya a llegar una fuerte tormenta.
Y de repente empieza a llover. Desenchufo el portátil de la luz, así avanzaré más si por alguna circunstancia me toca correr. La lluvia sube de intensidad. Pues vaya, ya no me puedo mover del porche porque sino se va a mojar el portátil. Pero aunque esté a cubierto el aire hace que algunas gotas lleguen hasta mí. Me mojo. ¿Granizo? ¡Granizo! Pensándolo bien, me arriesgo y me mojo. Lo que está claro es que no me quedaré en la calle viendo como las piedras caen como mini misiles. Pero ya se sabe, no hay Festa Major de Lleida que no esté pasada por agua.
Y de repente empieza a llover. Desenchufo el portátil de la luz, así avanzaré más si por alguna circunstancia me toca correr. La lluvia sube de intensidad. Pues vaya, ya no me puedo mover del porche porque sino se va a mojar el portátil. Pero aunque esté a cubierto el aire hace que algunas gotas lleguen hasta mí. Me mojo. ¿Granizo? ¡Granizo! Pensándolo bien, me arriesgo y me mojo. Lo que está claro es que no me quedaré en la calle viendo como las piedras caen como mini misiles. Pero ya se sabe, no hay Festa Major de Lleida que no esté pasada por agua.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada