I com que aquell venedor d’enciclopèdies semblava tant amable, el vaig escoltar atentament i fins hi tot li vaig oferir un cafè. “Descafeïnat i amb sacarina, si pot ser. Merci.”; ho veieu, era amable i educat, perquè no escoltar-lo? Com ja sabeu, segons més tard ja tenia dos enciclopèdies damunt la taula. Eren dos enciclopèdies diferents, però tant una com l’altra semblaven ben actualitzades i de bona qualitat. Ben mirat, potser ja era hora de canviar l’enciclopèdia comprada vuit anys enrere per una de nova. Una, sí, una, les dos impossible. La primera d’elles venia de la mà d’una nova editorial que venia amb força i oferia una informació actualitzada i cuidada fins l’últim detall. A més, les fotografies eren un dels elements centrals. M’agradava. La segona, ja l’havia vist en algun altre lloc, tot i que, ves per on, mai m’hi havia fixat fins aquell moment. També m’agradava. El preu? Similar. Així doncs, ja teníem un nou mal de cap. Quina de les dues? Ho vaig rumiar una bona estona. Totes dues m’agradaven, però posats a triar, em quedava amb la segona. De moment. Perquè sóc una mica indecisa i, tot i que en aquell moment sabia quina de les dos preferia, podia ser que al matí següent em llevés pensat que l’altra potser hagués estat millor. I aquí estic, llegint l’enciclopèdia que feia temps que coneixia però que fins fa poc no m’havia entrat pels ulls. N’hi ha per escriure un llibre.
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Y como aquel vendedor de enciclopedias parecía tan simpático, le escuché atentamente y hasta le ofrecí un café. “Descafeinado y con sacarina, si puede ser. Gracias.”; lo veis, era amable y educado, ¿porque no escucharle? Como ya sabéis, segundos después ya tenía dos enciclopedias encima de la mesa. Eran dos enciclopedias diferentes, pero tanto una como la otra parecían actualizadas y de buena calidad. La verdad es que ya empezaba a ser hora de cambiar la enciclopedia comprada ocho años antes por una de nueva. Una, sí, una, las dos imposible. La primera de ellas venia de la mano de una editorial que llegaba con fuerza y ofrecía una información actualizada y cuidada hasta el ultimo detalle. Además, las fotografías eran uno de los elementos centrales. Me gustaba. La segunda, ya la había visto en otro lugar, aunque, mira por donde, nunca me había fijado en ella hasta ese momento. También me gustaba. ¿El precio? Similar. Así pues, ya teníamos un nuevo quebradero de cabeza. ¿Cuál de las dos? Lo pensé un buen rato. Las dos me gustaban, pero puestos a elegir, me quedaba con la segunda. De momento. Porque soy un poco indecisa y, aunque en ese momento sabía cual prefería de las dos, podía ser que a la mañana siguiente me levantase pensando que la otra quizás hubiera sido mejor. Y aquí estoy, leyendo la enciclopedia que hacía tiempo que conocía pero que hasta hace poco no me había entrado por los ojos. Hay para escribir un libro.
Per entendre millor el post / Para entender mejor el post: http://edurnezermoduz.blogspot.com/2009/12/el-poder-del-amor.html
Y como aquel vendedor de enciclopedias parecía tan simpático, le escuché atentamente y hasta le ofrecí un café. “Descafeinado y con sacarina, si puede ser. Gracias.”; lo veis, era amable y educado, ¿porque no escucharle? Como ya sabéis, segundos después ya tenía dos enciclopedias encima de la mesa. Eran dos enciclopedias diferentes, pero tanto una como la otra parecían actualizadas y de buena calidad. La verdad es que ya empezaba a ser hora de cambiar la enciclopedia comprada ocho años antes por una de nueva. Una, sí, una, las dos imposible. La primera de ellas venia de la mano de una editorial que llegaba con fuerza y ofrecía una información actualizada y cuidada hasta el ultimo detalle. Además, las fotografías eran uno de los elementos centrales. Me gustaba. La segunda, ya la había visto en otro lugar, aunque, mira por donde, nunca me había fijado en ella hasta ese momento. También me gustaba. ¿El precio? Similar. Así pues, ya teníamos un nuevo quebradero de cabeza. ¿Cuál de las dos? Lo pensé un buen rato. Las dos me gustaban, pero puestos a elegir, me quedaba con la segunda. De momento. Porque soy un poco indecisa y, aunque en ese momento sabía cual prefería de las dos, podía ser que a la mañana siguiente me levantase pensando que la otra quizás hubiera sido mejor. Y aquí estoy, leyendo la enciclopedia que hacía tiempo que conocía pero que hasta hace poco no me había entrado por los ojos. Hay para escribir un libro.
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Q decir!!suerte con la "compra"???jejeje...
ResponEliminaA veces hay tanto libro inutil, q la verdad cuesta elegir bien, si.
Saluditos de la chica posvacacional.
Bonisim!!
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