A quart d’ESO, vaig notar que les Ciències Socials, perquè així es titulava el llibre de text que tanta por em feia, no estaven gens malament. Tantes classes teòriques, tants mapes, tants textos treballats a classe, tanta feina que en un principi considerava inútil em va fer veure que tot allò era essencial per entendre perquè som com som, perquè estem on estem. Encara avui dia em fa gràcia pensar que si estic estudiant la carrera d’Història és gracies a les batalletes de l’Edat Mitjana, l’eterna edat fosca de la història de la humanitat. Anem a parlar d’aquesta afirmació. Edat fosca per molts, una època plena de llum per mi. Per mi, l’Edat Mitjana no és tan sols l’època del feudalisme, del guaret, ni dels castells i les gestes dels grans cavallers medievals; per mi, l’Edat Mitjana suposa la base de molts dels aspectes d’avui dia. Fa uns mesos, quan em vaig parar a mirar el pla d’estudis de segon de carrera, em va alegrar veure dos assignatures totalment dedicades a aquest període històric. “Serà genial”, vaig pensar, i és evident que ho serà. És cert que no sóc ningú per dir que l’Edat Mitjana no és per a res fosca, té punts negres i d’això en sóc totalment conscient, però aquesta edat fosca és una de les més interessants des del meu punt de vista. Ens ha deixat joies romàniques que molts paratges envegen, personatges importants, citaré a Arnau Mir de Tost per posar un exemple, cavaller envoltat de merescuda glòria en els últims temps, avenços tecnològics, econòmics i de cultiu, llegendes, cròniques, llengües, i en el cas de Catalunya, un esperit de revolta i lluita que molts pobles també voldrien tenir, però que mai tindran, entre altres aspectes que no citaré perquè tampoc és l’objectiu d’aquest post. Ben bé deu segles d’història, en alguns casos infravalorada, que jo no em cansaré d’estudiar i redescobrir, perquè tot i que no estigués a l’alçada de Grècia i Roma d’allí en van sortir grans diamants que esperen ser polits.
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En cuarto de la ESO, noté que las Ciencias Sociales, porque así se titulaba el libro de texto que tanto miedo me daba, no estaban nada mal. Tantas clases teóricas, tantos mapas, tantos textos trabajos en clase, tanta faena que en un principio consideraba inútil me hizo ver que todo aquello era esencial para entender porque somos como somos, porque estamos donde estamos. Aún hoy en día me hace gracia pensar que si estoy estudiando la carrera de Historia es gracias a las batallitas de la Edad Media, la eterna edad oscura de la historia de la humanidad. Hablemos de esta afirmación. Edad oscura para muchos, una época llena de luz para mí. Para mí, la Edad Media no es tan solo la época del feudalismo, del barbecho, ni de los castillos y las gestas de los grandes caballeros medievales; para mí, la Edad Media supone la base de muchos de los aspectos de hoy en día. Hace unos meses, cuando me paré a mirar el plano de estudios de segundo de carrera, me alegró ver dos asignaturas totalmente destinadas a estes período histórico. “Será genial”, pensé, y es evidente que lo será. Es cierto que no soy nadie para decir que la Edad Media no es para nada oscura, tiene puntos negros y soy totalmente consciente de ello, pero esta edad oscura es una de las más interesantes según mi punto de vista. Nos ha dejado joyas románicas que muchos parajes envidian, personajes importantes, citaré a Arnau Mir de Tost por poner un ejemplo, caballero rodeado de merecida fama en estos tiempos, avances tecnológicos, económicos y de cultivo, leyendas, crónicas, lenguas y en el caso de Catalunya, un espíritu de revolución y lucha que muchos pueblos quisieran tener, pero que nunca tendrán, entre otros aspectos que ahora no cabe destacar porque este tampoco es el objetivo de este post. Unos diez siglos de historia, en algunos casos infravalorada, que yo nunca me cansaré de estudiar y redescubrir, porque aunque no estuviese a la altura de Grecia o Roma de allí salieron grandes diamantes que esperan ser pulidos.
En cuarto de la ESO, noté que las Ciencias Sociales, porque así se titulaba el libro de texto que tanto miedo me daba, no estaban nada mal. Tantas clases teóricas, tantos mapas, tantos textos trabajos en clase, tanta faena que en un principio consideraba inútil me hizo ver que todo aquello era esencial para entender porque somos como somos, porque estamos donde estamos. Aún hoy en día me hace gracia pensar que si estoy estudiando la carrera de Historia es gracias a las batallitas de la Edad Media, la eterna edad oscura de la historia de la humanidad. Hablemos de esta afirmación. Edad oscura para muchos, una época llena de luz para mí. Para mí, la Edad Media no es tan solo la época del feudalismo, del barbecho, ni de los castillos y las gestas de los grandes caballeros medievales; para mí, la Edad Media supone la base de muchos de los aspectos de hoy en día. Hace unos meses, cuando me paré a mirar el plano de estudios de segundo de carrera, me alegró ver dos asignaturas totalmente destinadas a estes período histórico. “Será genial”, pensé, y es evidente que lo será. Es cierto que no soy nadie para decir que la Edad Media no es para nada oscura, tiene puntos negros y soy totalmente consciente de ello, pero esta edad oscura es una de las más interesantes según mi punto de vista. Nos ha dejado joyas románicas que muchos parajes envidian, personajes importantes, citaré a Arnau Mir de Tost por poner un ejemplo, caballero rodeado de merecida fama en estos tiempos, avances tecnológicos, económicos y de cultivo, leyendas, crónicas, lenguas y en el caso de Catalunya, un espíritu de revolución y lucha que muchos pueblos quisieran tener, pero que nunca tendrán, entre otros aspectos que ahora no cabe destacar porque este tampoco es el objetivo de este post. Unos diez siglos de historia, en algunos casos infravalorada, que yo nunca me cansaré de estudiar y redescubrir, porque aunque no estuviese a la altura de Grecia o Roma de allí salieron grandes diamantes que esperan ser pulidos.
ostras Edurne, m'acabaràs convencent i tot de qe l'Edat Mitjana és interessant... ajajaj
ResponEliminaAviam si aquest any pesco alguna cosa bona.. jaja :)
Sheeila!