Todos sabemos que es el miedo. Todos lo hemos sentido alguna vez e incluso hemos hablado con él. Por muy fuertes que creamos ser sentimos miedo; nos guste o no. Hay quien tiene miedo a la oscuridad, otros tienen miedo a las arañas o a las abejas, hay quien tiene miedo al agua, al fuego o incluso al tiempo. Hay gente que tiene miedo a las arrugas y llora cuando se mira al espejo y ve que ya han llegado. Otras personas tienen miedo a abrir los ojos, porque si los abren puede ser que contemplen cosas desagradables que en realidad no quieren presenciar.
Hay muchos tipos de miedo y cada uno de ellos puede tener su motivo. Cuando decimos que una cosa nos da miedo, a veces no sabemos decir el porque; solo sabemos que le tenemos miedo y ya esta. Es por eso que en realidad el miedo puede ser un enemigo fácil de destruir; si sabes porque una cosa te da miedo puedes luchar contra ella. Pero si no sabes porque tienes miedo la cosa se complica; puede ser que tengas miedo a las arañas porque una mañana te despertaste con una delante de tus ojos, porque te parecen horribles, porque has visto demasiadas películas en las que las arañas se comen a los humanos o simplemente porque tu mejor amigo/a les tiene fobia. El miedo es un sentimiento muy poderoso, puede llegar incluso a ser más fuerte que el amor. Sí, en el amor el miedo juega malas pasadas. Por mi parte os diré que por muy extraterrestre que pueda llagar a ser también tengo miedo; tengo miedo a muchas cosas. Tengo miedo de perder, de no llegar a la meta marcada, tengo miedo a las arañas, a las abejas (debido a malas experiencias con ellas durante mi infancia…), tengo miedo a los meteoritos, a la mentiras que siempre van bien disfrazadas de verdades, a las personas sin corazón, a los que hablan sin saber lo que dicen. Tengo miedo al perro del vecino, porque cada vez que me ve en bici me persigue hasta que me ve sudar. Tengo miedo a los que no utilizan la cabeza, porque por su culpa puedes perder la tuya. Tengo miedo al tiempo, sí, lo reconozco. Tengo miedo de no verle más, de no oír su voz nunca más. Tengo miedo de gritar y que los demás no me oigan. Me estoy dando cuenta que hay más cosas que me dan miedo de las que yo creía; puede ser que no sea un habitante de Marte que cayó accidentalmente en la tierra. Puede ser que sea como todos, sí, soy como todos. Con pequeñas alteraciones, porque sino la vida seria muy aburrida, pero soy igual que tu. Aunque tu eres distinto a mí, porque no queremos ser iguales que el vecino. Todos buscamos lo que nos hace especial; esa perla que todos llevamos dentro y a veces no lo sabemos. Puede ser incluso que el miedo sea el culpable de que nunca nos lleguemos a conocer al 100%. Puede ser que el miedo sea ese muro de Berlín que no nos deja ver que hay al otro lado.
Jo tinc por aa... uhm... (És un secret). xdd
ResponEliminaxoxo.