Este puente de Mayo a sido, sin duda, el mejor de toda mi vida. Primero, porque no acostumbramos a viajar en los puentes y el simple hecho de salir ya es algo; y segundo porque he vuelto a Galicia, dónde cumplí dos añitos, para asistir a la comunión de Adrián y estar con toda mi familia.
Estos días nos hemos reunido en un pueblo de Ourense toda la familia paterna; nosotros los catalanes, los vascos y los gallegos. Ha sido maravilloso. Casi indescriptible. Y sobretodo emotivo.
Cuando llegamos allí todo fueron besos, abrazos y felicidad. Nada más llegar empecé a ojear un álbum dónde me pude ver en algunas fotos. ¡Madre mía! ¿Quién es esta cosita tan pequeña? De hecho aquí tenéis una de esas fotos; mis dos primos de Galicia, Elena y David, junto a una servidora.
Durante todo el viaje el tiempo no nos acompañó, no obstante nada más llegar a nuestro destino las nubes desaparecieron y dieron paso a un señor Sol que no dejaría de calentar durante los cuatro días. Evidentemente no pude evitar hacer fotos y más fotos. No me importaba quién o que fuera mi modelo, la cuestión era hacer fotos para la posteridad. Cada comida era una fiesta y cada fiesta un capitulo más en nuestras vidas.
Estos 4 días han sido fenomenales. Todos juntos hemos recuperado mucho tiempo perdido y hemos reído en cantidades incontables. Tan bien me lo pasé que ayer no tenía ganas de irme. Cuando llegó la hora de decir adiós mis ojos se llenaron de lágrimas y para que no se notase mucho me puse las gafas de sol.
Prometí volver en verano y eso mismo haré. Me da igual que día, que mes y como; pero volveré.
Estos días nos hemos reunido en un pueblo de Ourense toda la familia paterna; nosotros los catalanes, los vascos y los gallegos. Ha sido maravilloso. Casi indescriptible. Y sobretodo emotivo.
Cuando llegamos allí todo fueron besos, abrazos y felicidad. Nada más llegar empecé a ojear un álbum dónde me pude ver en algunas fotos. ¡Madre mía! ¿Quién es esta cosita tan pequeña? De hecho aquí tenéis una de esas fotos; mis dos primos de Galicia, Elena y David, junto a una servidora.
Durante todo el viaje el tiempo no nos acompañó, no obstante nada más llegar a nuestro destino las nubes desaparecieron y dieron paso a un señor Sol que no dejaría de calentar durante los cuatro días. Evidentemente no pude evitar hacer fotos y más fotos. No me importaba quién o que fuera mi modelo, la cuestión era hacer fotos para la posteridad. Cada comida era una fiesta y cada fiesta un capitulo más en nuestras vidas.
Estos 4 días han sido fenomenales. Todos juntos hemos recuperado mucho tiempo perdido y hemos reído en cantidades incontables. Tan bien me lo pasé que ayer no tenía ganas de irme. Cuando llegó la hora de decir adiós mis ojos se llenaron de lágrimas y para que no se notase mucho me puse las gafas de sol.
Prometí volver en verano y eso mismo haré. Me da igual que día, que mes y como; pero volveré.
Adéu – Agur - Adeus
Hola Edurne, yo soy Eva Magallanes, de Chile.
ResponEliminaQue lindo como valoras los afectos. Si, la familia, los más cercanos, nuestro mundo íntimo.
Si!!! , viva la Historia y Dr. House y las buenas fotografías. Se pudran los que no valoran ni cuidan ni protegen a nuestros hermanos: los animales.
Bueno, me ha gustado tu blog, es como el destello incandescente de una vida.
Haré un enlace desde el mío. Es nuevo en la blogósfera
http://www.lacalarealidadyficcion.blogspot.com