Hace tiempo empezamos a andar juntas. Durante un tiempo nos desviamos un poco del camino, pero como hacen los buenos peregrinos encontramos de nuevo la vía y seguimos andando. Actualmente nos respaldamos una a la otra pero nunca nos callamos las verdades. Lloramos y reímos juntas; más bien si una llora la otra pone el hombro. Ella se define como una egocéntrica, y no diré que no lo sea, pero también tengo que añadir que todos tenemos un punto de egocentrismo. Me pellizca los mofletes, me maltrata, me tira al suelo, me insulta (pero como se que lo que me dice no es cierto me la repampimfla), me araña los brazos y cuando la herida esta curada me vuelve a arañar, y en ocasiones soy la víctima directa de sus días bordes. Pero todo esto lo recompensa su amistad, perdón, AMISTAD. Esta palabra tiene que estar en mayúsculas y en negrita porqué ella hace el concepto de amistad grande. De todos modos esta mozuela también tiene el cielo ganado solo por el hecho de aguantarme cada dia.
Harta de escribir siempre textos diciéndole cosas bonitas, que ya sabe, he decidido cambiar un poco el formato. Aunque por lo visto he acabado diciendo lo mismo con distintas palabras.
Llegará el dia que nos tendremos que separar, porque no soy tan ingenua como para pensar que estaremos toda la vida juntas como ahora. Llegará el dia en el que nuestros caminos se dividirán y solo se juntarán en algún café. Si algún dia nos encontramos por la calle prometeremos llamarnos más frecuentemente. Quizás viviremos a más de 500 km una de la otra; pero seguro que alguna tarde de domingo, sentadas en el sofá con un café en la mano, abriremos un álbum lleno de fotos y nos pondremos a recordar nuestras hazañas. Reiremos solas y el café de la taza se enfriará porque recordando y riendo el tiempo pasará rápido. El café se sentirá marginado y para vengarse de nosotras perderá su sustancia esperando que le volvamos a hacer caso. Y le haremos caso. Media hora después cogeremos la taza y el jugo del cafeto estará helado. Pero eso no nos importará, porqué cerraremos el álbum y tiraremos el café desustanciado fregadero abajo y seguiremos pensando en todas esas risas que nos hacían tan especiales.
Harta de escribir siempre textos diciéndole cosas bonitas, que ya sabe, he decidido cambiar un poco el formato. Aunque por lo visto he acabado diciendo lo mismo con distintas palabras.
Llegará el dia que nos tendremos que separar, porque no soy tan ingenua como para pensar que estaremos toda la vida juntas como ahora. Llegará el dia en el que nuestros caminos se dividirán y solo se juntarán en algún café. Si algún dia nos encontramos por la calle prometeremos llamarnos más frecuentemente. Quizás viviremos a más de 500 km una de la otra; pero seguro que alguna tarde de domingo, sentadas en el sofá con un café en la mano, abriremos un álbum lleno de fotos y nos pondremos a recordar nuestras hazañas. Reiremos solas y el café de la taza se enfriará porque recordando y riendo el tiempo pasará rápido. El café se sentirá marginado y para vengarse de nosotras perderá su sustancia esperando que le volvamos a hacer caso. Y le haremos caso. Media hora después cogeremos la taza y el jugo del cafeto estará helado. Pero eso no nos importará, porqué cerraremos el álbum y tiraremos el café desustanciado fregadero abajo y seguiremos pensando en todas esas risas que nos hacían tan especiales.
és que és precios, ostia
ResponEliminanomés tú ho podies fer així
t'estimo