Hoy no hay nada que decir. Nada que decir, pero mucho que contar. Hoy a sido un día normal. Ni muy soso, ni muy movido. Acabo de llegar de teatro y estoy totalmente desvelada. Dentro de poco me acostaré y continuaré leyendo Perdona si te llamo amor, de Federico Moccia. Me gusta. No soy muy fan de las novelas de amor, pero esta me ha llegado. Será porque me siento un poco identificada con la protagonista, Niki. Hace unos días que no leo, es que entre pitos y flautas me acuesto tarde y no tengo ganas de leer. Pero hoy continuaré con el libro. Dejando de lado este tema, reafirmo que estoy desvelada. Ahora mismo, en mi reproductor de música suena el tema Hago saber, de Rosana. Sí, me gusta. No es que me sienta muy identificada con lo que dice en esta canción, pero me gusta el ritmo. Y sí, soy pesadita con esto de sentirme identificada, pero es que me encanta escuchar canciones en las que me vea reflejada. Canciones, básicamente, de amor. Sí, al contrario de los libros me gustan las canciones de amor. Pero las buenas. Es decir, las que tienen una letra y una música como Dios manda. O, mejor dicho, como el compositor manda. De los libros ya no digo nada, me gustan las novelas históricas, así que es un poco más complicado verme reflejada en ellas. En fin, ahora estoy muy a gusto en mi habitación. Silencio en la calle, que solo se ve interrumpido por los ladridos de un perro; aire entrando por la ventana y yo escribiendo un post en mi Blog, intentando contar algo. Porque, como ya os he dicho al principio, hay mucho que contar. Por ejemplo, os puedo contar que me duele el pie izquierdo. Y ¿sabéis por que? Pues porque las menorquinas nuevas me han hecho roza dura. Vamos, que me van a joder unos cuantos días. Y disculparme por la expresión, pero es que a una servidora también le gusta meter tacos en sus posts, de vez en cuando. Es como más natural. Más de tú a tú. Como si ya nos conociéramos de toda la vida. Y eso me gusta. Bueno, me parece que me voy a leer un rato. Os dejo un pequeño regalito, la Noche estrellada, de Van Gogh. No sé por que, pero esta noche me recuerda a dicho cuadro. Por cierto, espero que el título del cuadro sea este, que a mi me lo parece, pero como tampoco soy una experta en arte... De todas formas, modestia a parte, algún día lo seré. Querer, a veces, es poder. En fin, buenas noches y hasta pronto.
PD: Al parecer, tampoco había tanto que contar.
Soy yo, o el pequeño regalito no se ve? xddd
ResponEliminaM'ha encantat lo del tú a tú. Hahah!
xoxo.
Hola Edurne, por aquí Eva Magallanes desde el confín austral. ¡Grande Van Gogh!, esta Noche estrellada es de 1889, la obra se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, forma parte de su trabajo en el sanatorio psiquiatrico.
ResponEliminaAlgunos dicen que esta tela de Vincent, recuerda el grabado de Rembrandt titulado la Anunciación de los Pastores.
Tan de él, el color, la forma "agirasolada" de aplicar el empaste y el ciprés.
(Siempre hay "algo" que comentar...)
Cordialmente,
Eva Magallanes.