Sóc conscient que sense la gent que em llegeix aquest bloc no tindria massa sentit, és per això que he decidit apropar-me una mica més a tots els que, de tant en tant, feu una ullada a les meves reflexions. Així doncs, deixo a la vostra disposició la direcció de correu electrònic del bloc: edurnezermoduz@hotmail.es, per si algú de vosaltres vol enviar-me qualsevol queixa, inquietud, aportació, opinió, etc. MOLTES GRÀCIES!

dissabte, 30 de maig del 2009

Entreabierta, curva, cóncava...

No me preguntes porque la admiro tanto. No me preguntes porque es uno de mis lugares preferidos. No me preguntes porque a pesar de odiar la playa y todo lo que ella conlleva amo tanto a mi playa de la Concha. No me lo preguntes sino quieres oír una respuesta estúpida.
La playa de la Concha es para mi mucho más que una playa, mucho más que un lugar donde ir a pasar el día. Me gusta visitarla en invierno, porque en ese momento no hay centenares de personas buscando el mejor lugar para tomar el sol. Me gusta su tranquilidad. Me gusta su arena. Me gusta su agua, que a pesar de ser salada es la más dulce de todo el mundo. Y a pesar de todo esto aún me pregunto porque es tan especial para mí. Aún no sé porque cada vez que voy a Donostia no puedo evitar hacerle una visita y tocar su barandilla. Aún no sé porque con solo ver su imagen me emociono. ¿Pero sabes una cosa? En realidad no quiero saber porque me gusta. Aún no. Quizás un dia cualquiera, la próxima vez que la visite, sin previo aviso veré en ella eso que hace que me guste tanto. Eso que hace que me sienta mejor cuando la tengo delante. Eso que me hace sentir una donostiarra más. Eso que me recuerda que soy catalana y vasca a la vez. Eso que me pegó a ella la primera vez que se dibujó en mis pupilas.
Aunque pensándolo bien, puede ser que la respuesta al porque me gusta tanto esté en este texto. O simplemente puede ser que este porque no tenga respuesta, como a veces pasa. En cualquier caso la playa de la Concha es otra de mis joyas; esa joya que está lejos y cerca de la vez. Porque, a veces, la distancia solo existe si nosotros lo permitimos.

1 comentari:

  1. Vuelve a llover, sobre Manhattan ♪ o, viendo llover nos quedamos dormidos, viendo llover el cielo azul de un domingoooooooo.
    Qué grande Amaia, qué grande.
    Un beso che :)

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