Sóc conscient que sense la gent que em llegeix aquest bloc no tindria massa sentit, és per això que he decidit apropar-me una mica més a tots els que, de tant en tant, feu una ullada a les meves reflexions. Així doncs, deixo a la vostra disposició la direcció de correu electrònic del bloc: edurnezermoduz@hotmail.es, per si algú de vosaltres vol enviar-me qualsevol queixa, inquietud, aportació, opinió, etc. MOLTES GRÀCIES!

dimecres, 29 de juliol del 2009

"Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego." (Ghandi.)

Este lunes me compré el libro Los otros niños del pijama de rayasLos ángeles del Holocausto, de Licia López de Casenave. Entré en la tienda de libros y me fui directa a la sección de Historia, con la intención de encontrar algún libro interesante. Estuve un rato ojeando los títulos y los distintos temas sobre los cuales hablaban los libros, hasta que lo vi. No destacaba por su grosor, ni por el colorido de su tapa. No. Era más bien sencillo y con una tapa muy tradicional; una foto en color sepia, un trozo de la estrella de David y un título con unas sencillas letras azules y rojas. El título me llamó la atención, ya que el año pasado leí El niño con el pijama de rayas, de John Boyne, y pensé que quizás era un libro por el estilo. Pero cuándo empecé a leer me di cuenta de que en realidad no tenia gran cosa que ver con ese libro. Los otros niños del pijama de rayas, es un libro en el que se cuentan las historias, verdaderas, de los niños y niñas que murieron durante el Holocausto nazi. A la vez que también explica las historias de algunos de los cuidadores de estos. Solo voy por la mitad, pero con cada fragmento que leo se me estremece el corazón. La gran mayoría conoce lo que significó la persecución judía por parte de los alemanes. Es sencillo ver fotos en las cuales se refleja el horror de ese período de la historia. Casi todos conocemos la historia de Anna Frank, la de Rutka o la ficción que narra El niño con el pijama de rallas. Pero aún así, aún sabiendo todo lo que hizo el hombre en esos tiempos, que no están tan lejos, aún sabiéndolo todo, es imposible no pensar en la cantidad de personas inocentes, entre las cuales un gran numero de niños, que murieron en cameras de gas o en brazos del hambre y la enfermedad. No hay duda de que el Holocausto fue uno de los episodios más trágicos de la historia. Pero, inevitablemente, consta en ella; para bien o para mal. Es cierto que ahora son las víctimas las que atacan a otras personas inocentes. Es cierto que las víctimas del pasado están cometiendo verdaderas barbaries, pero no por ello se debe olvidar el sufrimiento de los judíos en esos tiempos. El Holocausto nazi es parte de la historia y no se debe olvidar. Ya sea para que no se vuelva a repetir o simplemente para honrar la memoria de todos lo que murieron sin saber ni siquiera porque. A veces, es necesario mirar al pasado; para aprender o para darnos cuenta de lo que estuvo mal. Simplemente, para intentar comportarnos como personas y no como bestias.

dimarts, 28 de juliol del 2009

Un día para recordar...

Hoy a sido, sin ninguna duda, un día para recordar. A las 8 de la mañana, Cristina y yo hemos salido del pueblo, montadas en nuestras respectivas bicicletas, dispuestas a pasar la mañana en el Parc Municipal de la Mitjana, en Lleida. Hemos cogido un camino con muchas subidas y pocas bajadas que nos ha llevado hasta Lleida, dónde hemos empezado a seguir carriles bici, aceras y pasos para peatones. Una vez en la Mitjana, hemos decidido hacer una ruta para vez toda la belleza del parque. Allí hemos disfrutado como niñas siguiendo los entretenidos caminos de tierra, arañándonos los brazos con las hierbas, perdiéndonos por bifurcaciones que no constaban en el mapa y, sobretodo, pasando por los puentes de madera que hacían un ruido similar al que hacen las vías de la Estampida de Port Aventura. Hemos estado bastante rato dando vueltas entre los árboles, hasta que muertas de hambre, hemos decidido parar a almorzar. Hemos pensado que el mejor sitio para comernos el bocadillo eran los bancos que hay nada más entrar en el parque. Así que sin pensárnoslo dos veces nos hemos sentado a comer en los bancos de madera. Cuándo ya nos habíamos comido los bocadillos, Cristina se ha levantado del banco como si hubiese visto el bicho más feo del mundo entero. Sus palabras: Sóc la puta ama! Claro, al ver que no me cuadraba lo que había dicho, le he preguntado que pasaba. Pero no ha hecho falta una explicación, me ha bastado con mirar el banco sobre el que estaba sentada y ver que estaba plagado de unos bichos horribles. Así que, me he levantado del banco saltando al estilo Heidi y sacudiéndome todo el cuerpo por si a caso tenia encima uno de esos bichos. No sabemos que bichos son esos, pero aquí os dejo dos imágenes para que veáis lo “monos” que son. De todas formas, hemos pensado que se puede tratar de una mezcla entre abeja y araña. Eso si, hemos descubierto que provienen del agua y que cuándo mueren se vuelven naranja.

Tras la experiencia con los bichos, hemos vuelto ha coger las bicis y hemos iniciado un nuevo recorrido por dentro del parque. Cuando hemos salido de la Mitjana nos hemos dirigido al río. Dónde hemos pasado un buen rato en el gimnasio al aire libre que hay en el lateral izquierdo del riu Segre. Una vez cansadas de sol y de maquinas de hacer ejercicio, nos hemos montado de nuevo en las bicis y hemos salido de Lleida dirección el instituto Joan Oró. Dónde, después de un pequeño error, nos hemos desviado a la derecha, siguiendo las indicaciones del Camino de Santiago. Hemos empezado a seguir el camino que, según las indicaciones, nos llevaría Butsenit. Pero cuando ya hacia un buen rato que seguíamos el camino, hemos comprobado que ya no podíamos avanzar más. Nos encontrábamos en medio de una gravera desierta y estábamos totalmente perdidas. Así que hemos decidido retroceder para ver si, por casualidad, nos habíamos dejado algún camino a la derecha que llevaba a Butsenit. Pero nada de nada. Ningún camino a la derecha, las dos del mediodía, mucho sol y nosotras perdidas en un camino sin salida. Pero por casualidades de la vida, en ese momento nos hemos cruzado con una mujer que se dirigía a su casa. La hemos seguido y le hemos explicado que estábamos totalmente perdidas y que no sabíamos como llegar hasta Butsenit. La mujer, muy maja por cierto, nos ha explicado como podíamos llegar a la Ermita de Butsenit y nos ha dejado pasar por su propiedad para facilitarnos el trayecto. Ya estábamos salvadas. Una vez en Butsenit, volver a Alcarràs era pan comido. Finalmente hemos llegado a la Ermita, donde nos esperaba la fuente que nos ha salvado la vida. Nos hemos refrescado y hemos empezado a beber como quien no ha bebido en su vida. No hemos visto ningún letrero donde dijese que el agua no era potable, así que no nos hemos preocupado. Una vez empapadas, nos hemos sentado en un banco, en la sombra de un pino, para descansar un poco. Al cabo de unos minutos nos hemos levantado para irnos, pero antes, hemos vuelto a la fuente para mojarnos de nuevo y llenar los botellines de agua. Pero en ese momento he visto un NO pintado en una piedra, a la cual no miras cuando ves que el agua está muy fresca y estás muerta de sed. He mirado a la izquierda del NO y he podido ver, medio borrado, AGUA. He mirado a la derecha del NO y he visto, POTABLE. En efecto: AGUA NO POTABLE. En unos segundos hemos vaciado los botellines y nos hemos puesto a reír, para no llorar. Ya era demasiado tarde. Habíamos bebido agua, ya no se podía hacer nada. Así que hemos vuelto a emprender nuestra marcha y hemos llegado de nuevo a Alcarràs. Rojas como tomates y con una temperatura de 700 grados. De todos modos, creo que recordaremos este día con mucho cariño. Una experiencia más para recordar y reír. Sobretodo, reír.

dissabte, 25 de juliol del 2009

A veces, la vida es injusta...

Esta vida es un juego y caemos en ella para ganar o perder. Evidentemente, siempre intentamos tirar hacia delante para ganar o, al menos, para intentarlo. Pero a veces, hay quien se encuentra con un muro que no le deja avanzar. Con un obstáculo que le priva de la vida aún estando vivo. Y cuado me pongo a pensar, me enojo yo sola al ver como siempre, o casi sempre, se encuentran con este muro las personas que menos se lo merecen. No es que desee la muerte a los que no me importan o a los que no conozco; pero me cabrea que siempre se vayan los que merecen estar más tiempo en este mundo. No creo que haya un más allá o un sitio donde nos podamos reunir todos después de nuestro último aliento; es por eso que no me consuela para nada eso de estará bien al lado del señor. Lo siento, pero no. Ya se han ido algunas personas a las cuales yo apreciaba y admirava; pero en ninguno de estos casos se puede decir eso de: es ley de vida. Todos se han ido en brazos de una estúpida enfermedad que les ha robado años de vida. Y esto no es, para nada, ley de vida. Al menos, yo no lo entiendo como tal.

divendres, 17 de juliol del 2009

Con el corazón exprimido de tanto hecharte de menos...

Llevo días intentando escribir algo para ti, pero no me salen las palabras. Me quedo bloqueada en la mitad. Y es que quiero decirte tantas cosas que no sé ni por donde empezar. Consciente de que todo no se puede decir, intento maquillar mis mensajes. Pero el Super ya ha cerrado y no me queda base. Ya estoy harta de disimular, de hacerme la longui. Ya estoy harta de tragarme todo lo que siento. Ya estoy harta de hablar con los ojos y no con la boca. Aunque, por desgracia, ya no pueda hablarte tanto como hasta ahora, ni siquiera con los ojos. Y no sé porque hoy me ha inspirado el viento. Quizás porque aun tengo la esperanza de que, algún día, puedas ver en tus sueños todo lo que pienso y nadie sabe. Y es que cuando me pongo a pensar lo lejos que estás, aún estando cerca, se me hace un nudo en la garganta que me ahoga y no me deja coger aire fresco. Y mi rutina de hace años, que ya se ha ido para no volver nunca más, aún me ahoga más. Y me retuerce el corazón. Me lo exprime hasta que me hace llorar. Que mala es la rutina; pero que hueco nos deja cuando se va.
Esta noche solo puedo decirte que te seguiría hasta donde fueras; y que conste que no estoy ciega. Que conste, también, que siempre me quedarán palabras para decirte lo mucho que te quiero; lo mucho que te hecho de menos.

dijous, 16 de juliol del 2009

El único culpable es el calor...

Hace calor. Mucho calor. O mejor dicho, demasiado calor. Cuando le da la gana, entra por mi ventana un agradable aire fresco que me devuelve la vida. Son las 00:19 h. de la madrugada y estoy cansada; aunque no me voy a acostar, porque sé que si lo hago daré mil vueltas en la cama. Así que mejor me quedo escribiendo.
En otra situación, es decir, si no hiciese calor, me encantaría estar acostada y dar mil vueltas en mi cama i dos mil abrazos a mi almohada. Pero con la temperatura que hay en mi habitación, prefiero estar escribiendo y levantarme, cada cuarto de hora, a tomarme un vaso de agua bien fresca. Así que como no tengo nada interesante que contar, os estoy calentando el tarro con un texto que ni me viene ni me va; simplemente me sale. Y como tampoco estoy segura de si le estáis encontrando la gracia me estoy empezando a cabrear. Si. Hoy tengo el día torcido. Y si tengo el día torcido estoy de mala leche. Y si estoy de mala leche mis pocas neuronas en funcionamiento se duermen, y es entonces cuando empiezo a escribir textos sin ton ni son. Y supongo que es en estos momentos, en los cuales pensáis que la autora de los textos anteriores es una lunática que cayó en la tierra accidentalmente. Una chica aparentemente normal que en las noches de luna llena se transforma en mujer lobo. Aunque pensándolo mejor, retiro esto de la mujer lobo. Queda muy poco femenino. Por cierto, aunque no sea luna llena haremos ver que sí, para maquillar un poco este estado lunático por el cual estoy pasando. Así que, teniendo en cuenta que casi ha pasado un cuarto de hora desde que empecé a escribir esto, a lo que no sé si se le puede llamar texto, me voy a tomar el ultimo vaso de agua de la noche y me voy a ir a la cama. Con la esperanza, eso sí, de quedarme grogui nada más acostarme. Aunque eso también sea pedir mucho.

dimecres, 15 de juliol del 2009

Ahora ya puedo decir que sí...

Cuando era pequeña soñaba con ser veterinaria. Crecí rodeada de animales y ya de muy pequeña decidí que yo estaba hecha para cuidar y proteger a los animales. Pero con los años me di cuenta que eso de ser veterinaria no estaba hecho para mi. Amo a los animales y me encanta pasar el rato con mis mascotas, pero quizá esté aquí el fallo; los amo tanto que no puedo verlos sufrir.
En primaria era un crack en naturales y un desastre en sociales. Odiaba las clases de sociales. Esos mapas, esos prehistóricos y esos romanos que no hacían otra cosa que levantar acueductos. Pero es bien cierto que no podemos decir que de esta agua no beberemos. Así que en secundaria empecé a detestar las ciencias naturales. No me gustaba para nada el cuerpo humano y lo que nos hacían estudiar. Por otro lado, empecé e encontrarle la gracia a las ciencias sociales, a los mapas, a los prehistóricos y a los romanos. Me empezaban a gustar las ciencias sociales, pero aún así no me entusiasmaban. Pero siempre llega alguien que te explica la lección como quien cuenta un cuento. Alguien que te explica lo que pasó hace muchos años con total tranquilidad. Alguien que te ayuda a ver lo maravillosa que es la historia. Así que con el tiempo fui cogiendo cariño a las ciencias sociales, o mejor dicho, a la Historia. Mientras que cada vez odiaba más el cuerpo humano, las bacterias y todo lo relacionado con este mundo. Aunque sin guardarle ningún rencor. Al fin y al cabo, de pequeña esa era mi pasión. Ahora puedo decir que estoy enamorada de la Historia y mi sueño es aprender y poder enseñar todo lo que pueda sobre ella. Aunque está claro que no puedo olvidarme de quien ha hecho que esto sea posible, es decir, quien ha hecho que vea la Historia como mucho más que una simple asignatura.
Hoy me han informado que puedo entrar a hacer Historia en la UdL. Aunque ya me lo esperaba me ha hecho mucha ilusión. Tengo muchas ganas de empezar este nuevo capítulo de mi vida; aunque sin olvidar lo que dejo atrás. Tengo ganas de zambullirme en el apasionante mundo de la Historia, pero sobretodo, tengo ganas de poder llegar a ser, algún dia, como quien me ha enseñado a amar la Historia durante estos últimos años. Gracias.

dilluns, 13 de juliol del 2009

Gracias...

¡Vaya! Otra vez tú por aquí. Muchas gracias. Si. De verdad. Gracias por leer otra de mis actualizaciones. No sé que haría una bloguera como yo sin alguien como tú. Seguro que ahora mismo podrías estar haciendo cualquier otra cosa, como por ejemplo fregar los platos, mirar una película, escuchar música, dormir, tragarte los anuncios de Tienda en Casa, dar puñetazos a tu saco de boxeo, leer un buen libro, pasear al perro y otras cosas que se me ocurren y no diré. Así que, solo por eso, ya te debo una. Madre mía, con lo que cuesta que la gente lea en esta país, esto ya es todo un logro. ¿Sabes? Siempre que actualizo este blog me pregunto si alguien leerá lo que he escrito. Así que, con gente como tú, a una le dan ganas de actualizar cada día. Aunque sea solo para hablar del tiempo que hace. Por cierto, ¿Cómo va el verano? ¿Ya has ido a una de esas playas dónde la gente parece anchoas en lata? Yo aún no, y si de algo estoy segura es que tampoco iré. Ya tengo bastante con el calor que hace aquí, como para ir a rebozarme con arena y a tragarme litros de agua salada y sucia. Prefiero pisar piedra y tragarme agua con gusto a cloro. Pero bueno, eso ahora no importa mucho. Como ya te he dicho, solo quiero darte las gracias por dedicar parte de tu tiempo a leerme. Porque, de hecho, este blog es parte de mí y me gusta compartir mis pensamientos y sentimientos con gente como tú. Así que nada, ¡muchas gracias y hasta la próxima!

dimecres, 8 de juliol del 2009

Amaia Montero sigue siendo la reina del pop...

Llevo unos días leyendo por la red que Amaia Montero está perdiendo la voz. Tengo que reconocer que, últimamente, su voz no es la de siempre. En algunas actuaciones se puede apreciar como baja el tono en los agudos que tan bien ha hecho siempre. De todos modos, no creo que la situación sea tan grabe como la gente hace ver. Amaia Montero es una gran cantante y, para mí, es la mejor voz femenina que tenemos, actualmente, el la Península. No creo que sea justo decir que Amaia Montero ha perdido su calidad como cantante solo porque en sus últimas actuaciones no nos ha deleitado con la voz de siempre. Hay cantantes que cuando están afónicos o pasan por una mala racha suben a los escenarios haciendo el indio, es decir, cantando en playback. Pero ella no. Repito, ella no. Y creo que aquí se ve aún más la calidad de esta solista. Creo que este gesto dice mucho de ella. Si se sube a los escenarios sabiendo que no está al 100% lo que debemos hacer es reconocer su esfuerzo, y no criticarla diciendo que pena das, Amaia. Todos los que la valoramos como artista, y como persona, entendemos que no está pasando por un buen momento, y no por ello nos ponemos a escribir en foros que Amaia ya no es lo que era. A Amaia Montero aún le queda mucho camino por recorrer encima de los escenarios. A quien no le guste que no la escuche y cambie de canal cuando la vea en la televisión. Amaia Montero, cantará, afónica o no, por mucho tiempo.

No necesito a nadie que me ayude a caer...

Con el paso de los años una se va dando cuenta de quien tiene al lado. Con los años, una va aprendiendo a distinguir la amistad del interés. Y es así, a base de golpes, como se entera de quienes valen, realmente, la pena. A mi, personalmente, me ha costado entender que hay personas que están a tu lado solamente por lo que tienes, y no por como eres. Me ha costado, pero ahora que me he dado cuenta, sé que no daré ni un miserable paso por dichas personas. Ya no me fío de la gente como antes. Ya no abro la puerta a desconocidos que llaman con una sonrisa en la boca. A todos los miserables y las miserables que me han ignorado años atrás ahora me los como con papas. Y no me importa no saludar por la calle. No. No me importa. Y dudo mucho que me importe. A veces pienso que soy mala. Quizás lo sea, pero si una cosa tengo clara es que nunca más me van a tomar el pelo como han podido hacer años atrás. No regalo, ni regalaré nada a alguien que no lo merezca. Puede ser que incluso sonría cuando les vea sufrir. Y sí, quizás sea mala, pero no me importa. Daré lo que sea por las personas que ahora mismo tengo al lado, pero ignoraré todas las sonrisas falsas, los saludos forzados y las palabras absurdas. Solo mantengo en mí las personas que de verdad se lo merecen, las demás las expulso con facilidad. Puedo contar con los dedos de las manos el número de amistades por las cuales daría todo lo que fuera posible. Incluso sé que quizás me sobrarían dedos. Pero eso no me importa, la calidad no tiene nada que ver con la cantidad. Ahora mismo conservo amistades de hace años, he reforzado la amistad con viejos amigos e incluso he recuperado a gente verdaderamente importante para mí. En este aspecto no pido nada más. Todos los que fueron, no son y no volverán a ser parte de mí, por los motivos que sean, no me importan para nada en absoluto. Sólo me queda decir que quien se dé por aludido, por algo será.