Sóc conscient que sense la gent que em llegeix aquest bloc no tindria massa sentit, és per això que he decidit apropar-me una mica més a tots els que, de tant en tant, feu una ullada a les meves reflexions. Així doncs, deixo a la vostra disposició la direcció de correu electrònic del bloc: edurnezermoduz@hotmail.es, per si algú de vosaltres vol enviar-me qualsevol queixa, inquietud, aportació, opinió, etc. MOLTES GRÀCIES!

dilluns, 25 de gener del 2010

Hasta pronto

Las estaciones de tren son el escenario perfecto para dejar caer unas cuantas lágrimas. No sé porque, pero en la estación las despedidas son más emotivas. Quizás la influencia cinematográfica es un aspecto importante a destacar, pero lejos de las imágenes de película, las despedidas en la estación tienen un componente que las hace únicas, y sobretodo melancólicas. En tan solo cinco minutos te puedes meter en la piel de mucha gente. Puedes ser esa madre que deja preocupada a su hijo universitario, cargado con toneladas de comida para que el niño no pase hambre; puedes ser un padre que le da mil y un consejos a su hija, hay que avisarla ahora que coge un Ave con destino Madrid. Puedes convertirte en esa mujer que pasa los días dentro de la estación, y las noches acurrucada en cualquier rincón para resguardarse un poco del frío. Si te apetece, puedes ser esa chica que coge por primera vez un tren sola, no es una gran aventura, pero para ella puede que sea la más emocionante. También puedes convertirte en el chaval vestido de uniforme, con manillas, porra y pistola, que esta sentado en la silla viendo pasar maletas y maletas estando seguro de que no va a encontrar nada sospechoso. En fin, en una estación puedes hacerte a la idea de miles de sentimientos; abrazos cariñosos, otros fríos; besos apasionados, otros descafeinados y desganados; palabras de despedida, o palabras de bienvenida. Hoy he llegado a la conclusión que quizás nos fijamos en todo eso porque queremos disimular y esconder nuestros sentimientos; porque mirando al vecino y girando la vista en otra dirección olvidamos por unos segundos que nosotros estamos allí para despedirnos de alguien. Luego llega la fase esa en la que nos decimos: - No lloraré, porque dentro de poco nos volveremos a ver; pero inevitablemente resbalan por nuestras mejillas un par de lágrimas; quien dice un par dice toda una legión. En fin, las estaciones dan para mucho y sobretodo si es tan bonita como la de mi ciudad; porque modestia aparte, la fachada de la estación de Lleida es una preciosidad. ¡Buen viaje y hasta pronto!

dilluns, 18 de gener del 2010

"De confiat algun se'n pert!"

Café. Café. Café. Café. ¡CAFÉ! Pero no en taza ; en vena. Que no falte, porque si falta no se que voy a hacer. Las 23:15 de la noche y ya estoy calculando hasta que hora estaré despierta acompañada por Ardipithecus, Australopithecus, Paranthropus, y para ponerle un poquito más de inteligencia al asunto, por el simpático Homo sapiens. Oye, que hay quien daría todo el oro del mundo por pasar una noche de invierno al lado de estos chavales. Esto de tener a mis tíos de Galicia en casa en medio de los exámenes finales es una putada; y perdonadme por la expresión, pero es que me gustaría pasar el máximo de tiempo posible a su lado. Precisamente por eso pienso estudiar hasta tarde, para dormir un poquito y estar con ellos durante el dia. Aunque no se porque os explico esto, si a vosotros que más os da, ¿no? Esto es por culpa del café, que me pone como una moto. Para cambiar un poquito de tema os diré que hoy ha sido un dia genial. Bueno, genial, genial… ¿Sabéis eso de que hoy es un dia estupendo, ya vendrá alguien y te lo joderá? Pues bien, más o menos es esto lo que me ha pasado a mí. Todo genial hasta que he visto que tengo que hacer el examen final de Historia Economica; aunque me alegro de que algunos de mis compañeros no tienen que hacerlo. Si pudiera volver atrás… Bueno, os lo explico. Resulta que pensé que suspendería el primer examen, y con uno suspendido tendría que presentarme al final igualmente. Así que la inteligente de mi estudió lo justo para el segundo, porque total, suspendiendo el primero… Pero resulta que una hora después de hacer el segundo me enteré de que había aprobado el primero. Contenta por un lado y mosqueada por el otro. Contenta porque había aprobado, pero mosqueada porque por una tontería suspendería el segundo y me tocaría hacer el final. Vamos, que ahora mismo tumbaría la parad de casa a cabezazos. Pero bueno, a estudiar para el final, que como decimos aquí en Catalunya, de confiat algun se’n pert. Y como ya os estoy aburriendo le voy a poner punto y final a este post. Uno de esos posts que ocupan mucho y dicen poca cosa interesante, ¿verdad? En fin, que tengáis una buena semana y hasta que el tiempo me lo permita.

dissabte, 16 de gener del 2010

Sonriendo, estés donde estés

Te fuiste y no pudimos despedirnos de ti como es debido. Queríamos decirte tantas cosas que nunca supimos por donde empezar. Personalmente, me hubiese gustado decirte que fuiste alguien importante para mí. Regalabas sonrisas sin nada a cambio y por supuesto siempre ayudabas a quien lo necesitaba. Eras una mujer fuerte y luchadora, pero hay batallas que no se pueden ganar. Te encantaba compartir con los demás toda tu sabiduría. Recuerdo especialmente, que nos hacías cerrar los ojos para enseñarnos mundos lejanos; para enseñarnos los distintos mundos que se escondían tras los versos que junto a ti aprendimos a leer. Junto a ti, muchas veces le dábamos un vuelco a las reglas; siempre segura de ti misma expresabas siempre lo que tu pensabas. Pues bien, un año sin ti y muchos momentos vividos junto a ti aún siguen frescos como el primer dia. Los que supimos ver en ti alguien especial nunca te olvidaremos. Tendremos presente esas ganas de vivir y esas ganas de luchar; sin duda, la mejor lección que nos diste nunca.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.

dijous, 14 de gener del 2010

A los que de verdad importan

Es curioso el hecho de que algunas de las personas más importantes en nuestra vida son las que llegan por casualidad. Hay relaciones que en tan solo tres minutos tienen un inicio i un final. En cambio, hay personas que entran en nuestra vida con un hola y se que quedan en ella para siempre.
El tiempo es oro, por eso me gusta invertir el mío con personas que de verdad lo merecen. No me gusta regalar mi tiempo a personas desustanciadas especializadas en clavar puñaladas; no me gusta ir por el camino de la vida de la mano de alguien que en el primer precipicio me va a dejar caer. Dicen que las apariencias engañan, pero no todas. Algunas personas llevan escrito en la frente que la traición es su especialidad, pero aunque lleven esa máscara tarde o temprano descubres la verdad. Lo que quiero decir es que puedo invertir algo de mi tiempo con personas que no me entran; tres minutos como máximo. Que preguntan, responderé. Que saludan, saludaré. Que piden, pues entonces no daré. En cambio, puedo dedicar más tiempo del que tengo a quien aprecio, a quien consigue demostrar que la verdad es totalmente necesaria para andar por la vida con la cabeza bien alta, a quien con tan solo un saludo y un par de palabras tontas es capaz de meterse en mi vida porque desprende sinceridad y bonanza.
A todos los que me gusta dedicar parte de mi tiempo.

dissabte, 9 de gener del 2010

Aunque a veces es necesaria, hay quien no la merece

Que triste es la soledad, y que triste es contemplarla. Nunca he soportado ver por la calle a ancianos que no se valen por si solos y que no tienen a nadie a su alrededor. Puede que entre la multitud aprecies a una anciana que casi no puede con su alma y sin embargo va cargada con dos bolsas que casi le impiden caminar. O puede que a escasos metros veas a un señor que ha perdido su norte y anda sin un destino. Puede que una buena tarde te pare una abuelita y empiece a explicarte toda su vida hasta que llega al punto trágico; ese punto en el que te cuenta que vive sola y que pasa las horas por la calle porque la televisión le aburre y al menos si sale de casa encuentra a alguien con quien hablar, alguien que le responda y no se limite a mirarle sin entender nada de lo que dice. No sé porque me resiento tanto al ver a ancianos solos y desamparados. No lo sé, pero me afecta muchísimo. Me rompe el corazón pensar que hay personas que morirán solas. Y perdonadme por entrar en este tema, pero es la verdad. Irte de este mundo sabiendo que nadie te echará en falta, ya no digo que nadie llore por ti, porque casi siempre lloran los que menos motivos o ganas tienen, pero irte para siempre y saber que ningún ser querido lo siente debe de ser duro. ¿No os da pena pensar que hay ancianos que quizás lo han dado todo por los suyos i después son abandonados? A mí sí, y muchísima. Y decidme tonta, pero os jugo que lloraría cuando me encuentro con situaciones como estas. Quizás por eso invierto parte de mis besos y mis abrazos con los míos, para que no se sientan solos, para que sepan que les quiero y que estaré, siempre que pueda, a su lado y, por supuesto, que siempre les recordaré.

dimarts, 5 de gener del 2010

El arte de escribir

Me relaja escuchar el sonido de la lluvia. Cerrar los ojos y concentrarme tan solo en la dulce melodía que me regalan las gotas de lluvia. Poner mis manos encima del teclado y empezar a palpar las teclas. Vaciar mi mente y empezar a escribir sobre algo que me resulte placentero; sobre algo que me demuestre que por mucho que pasen los días sigo siendo yo. Abrir los ojos y ver que en la pantalla de mi ordenador se unen letras que a su vez forman palabras con el objetivo de explicar algo. Y cuando paro y empiezo a leer todo lo que he escrito no puedo evitar pensar que escribir es una de las cosas más bellas que jamás he hecho. Me encanta saber que puedo sacar al exterior un solo sentimiento camuflado entre mil adjetivos que me ayudan a esconder mis secretos mejor guardados. Nunca imaginé que yo seria una de esas personas que algunas noches antes de acostarse cogen una libreta y un bolígrafo para contar a ese alguien lo que sienten. Nunca lo imaginé pero aquí estoy. Escribo sobre cualquier tema que me interese, y lo hago sin preocuparme por quien lo leerá, por quien estará a favor o por quien estará en contra. Para que pensar en todo esto si al fin y al cabo lo único que quiero hacer es darle algún sentido a esos ratos libres o a esos días no tan buenos, en los que ponerte a escribir sobre el color del aire, el ruido del silencio o la velocidad del viento puede ser una buena terapia. De todos modos, aunque no tenga nada en concreto sobre lo que escribir, siempre acaban naciendo textos como este. Textos sin planificar. Textos que si se estudian con detenimiento dicen mucho más de lo que parece.