¡Adiós 2009! ¡Hola 2010!

Ya está aquí el último post del año 2009. Y menudo año… La verdad, nunca pensé que diría esto pero me da pena decirle adiós; aun así confío en que el nuevo año sea igual o mejor. Este 2009 ha sido, sin duda alguna, uno de los mejores años de mi vida. Guardaré el número 9 en mi corazón, eternamente. Este año he conseguido tantas cosas; he hecho tantos sueños realidad que recordando todo lo bueno que he pasado me olvido de lo que no he conseguido o me he dejado por el camino. Y aunque no todo haya sido un camino de rosas, hoy no es el día para recordar lo malo o lo no tan bueno. Personalmente, no soy muy partidaria de muchas de las cosas que se harán esta noche. No estaré en la calla bajo un gran reloj comiéndome las uvas, no cenaré en un restaurante de lujo, no me vestiré con mis mejores galas, ni pagaré una barbaridad por asistir a una fiesta exclusiva. Pero aunque no haga nada de esto, haré cosas mucho mejores que estas. Cenaré con los míos, brindaré con ellos, me comeré las uvas mirando sus caras de felicidad, les abrazaré cuando hayamos entrado al año nuevo, pasaré el resto de la noche con unas amistades que valen oro, bailaré con ellas, reiré y le daré la bienvenida al 2010 con una sonrisa de oreja a oreja. Lo sofisticado no está hecho para mí, y aquí estoy. Y para terminar, no empezaré a deciros lo típico; solo que espero que en este nuevo año cada día tengáis un motivo por el que levantaros, por el que luchar; que cada dia sea distinto; y, por supuesto, que cada día tengáis personas a las que desear un feliz día. ¡FELIZ DÍA, FELIZ AÑO 2010!

Aunque parezca mentira

Quizás ahora te comprenda. Quizás ahora empiezo a comprender que nunca has sido esa gran amenaza que se quedó con lo que más quería. Quizás ahora me alegre de que cuides a mi gran tesoro. Hace tiempo empecé a notar que no te odiaba; quizás nunca te odié. Quizás la rabia me cegaba completamente y no me dejaba ver más allá de mis narices.

Ahora te veo como alguien normal, e incluso parecida a mí. Parecida a mí porque en el fondo no hiciste otra cosa que luchar por lo que querías; aunque también he de reconocer que aun te envidio por lo que te llevaste. Nunca supe mucho de tí, ni tú de mí; pero en el fondo sabía calarte, te estudiaba y llegué a conocer algo de tu personalidad. Ahora he borrado todo lo que un dia pensé de ti, aunque perdóname si te digo que aun te envidio, al fin y al cabo tienes algo que adoro y que nunca será mío. Solo queda disculparme, a mí misma quizás, por haberte guardado rencor alguna vez por culpa de la estúpida envidia. Aun así, mientras escribo esto, no puedo evitar preguntarme si alguna vez tendré suerte en el amor; si alguna vez podré tener al lado alguien a quien yo quiera realmente.

La Navidad es para estar con los tuyos

Hoy, aprovechando este post, me encantaría explicaros que es para mí Navidad. Para mí, Navidad es mucho más que luces por las calles, regalos, turrones y polvorones. A mí me han enseñado que estas son unas fiestas para estar en familia, pero no con la familia de conveniencia, ¡NO! Sino para estar con la familia auténtica, la más cercana, o incluso con personas que aunque no son de la familia es como si lo fueran; con unos buenos amigos, por ejemplo.
Navidad es bonito, al menos a mí me lo parece. Si que es cierto que con los años vamos perdiendo el espíritu navideño, pero inevitablemente todos llevamos dentro un niño que hace que a veces nos emocionemos en alguna ocasión.
También es cierto que en Navidad se echan de menos ciertas personas; personas que por lo que sea ya no están entre nosotros o están lejos. Quizás te gustaría tenerlas al lado para brindar con ellas, para decirles que las gambas están de muerte o para avisarles de que bajo el mantón del tió de Nadal tienen un regalo bien grande. Pero aunque no las tengamos al lado, el simple hecho de recordarlas ya nos hace un poco más felices.
Yo, personalmente, pienso disfrutar estas Navidades al máximo. Que hay que brindar, pues brindamos. Que hay que comerse todos los turrones y todos los polvorones, pues nos los comemos. Y si engordamos ya lo quemaremos. Además, por lo que a mí respecta, un kilito más un kilito menos no me importa.
En fin, que espero que todos paséis unas Navidades estupendas. Brindad, bailad, cantad, tened cuidado con los polvorones y los mazapanes, pero sobretodo pasad estos días al lado de vuestros seres queridos. ¡FELICES FIESTAS Y PROSPERO AÑO 2010!

Entre dos... flores

Había una vez una mariposa que se encontraba entre dos flores. De todas las flores que habitaban los jardines que ella visitaba esas dos eran las mejores. Una, porque tenia los pétalos más bonitos que jamás había visto y la otra, porque desprendía una deliciosa fragancia. En un principio era fiel a una sola flor, pero una mañana, mientras revoloteaba por un hermoso jardín no puedo evitar acercarse a la flor que con los días sería, junto con la otra, la mejor del mundo entero. Al principio parecía fácil; podia dividir su tiempo y su corazón con las dos, pero con el tiempo la cosa empezó a complicarse. La pobre mariposa pensava e intentaba comprender porque demonios algo en su interior estaba empezando a cambiar. La primera flor lo tenia todo, entonces ¿Por qué fijarse en otra? De hecho, las dos flores eran prácticamente iguales, pequeños matices las diferenciaban, pero a ella le aportaban más o menos lo mismo. Incluso pensava que la fusión de las dos flores daría paso a la flor perfecta. El caso era que la última flor que había aparecido en su vida cada dia era mejor, más perfecta, más dulce, más irresistible. Y aunque no entendía como los sentimientos podia cambiar tan rápidamente sabia que cuando ella empezaba a sentir algo era porque en realidad algo en su interior estaba cambiando. Porque esa flor le gustaba de verdad y no era un simple capricho. Ella sabía que el verdadero problema era que la segunda flor no había desbancado a la primera y que la expresión esa de que un clavo saca otro clavo no era del todo cierta. Ese era el verdadero problema; el hecho de notar que su corazón se dividía, poco a poco, en dos.

El poder del amor

El amor es como un vendedor de enciclopedias. Llama a tu puerta y no le abres, pero aunque ignores su presencia sabes que está allí. Y tras varios intentos, sin darte cuenta, ya le tienes dentro de casa, con todos los tomos encima de tu mesa. Y una vez dentro ya no puedes hacer otra cosa que escuchar sus ofertas inigualables. Pues bien, como ya he dicho, el amor viene a ser más o menos lo mismo. Aunque te resistas acabas cayendo. Vas a tientas, despacio, tanteando el terreno, pero cuando te das cuenta ya quieres saltarte las reglas. Quieres gritarle al mundo que tu corazón late por alguien especial, que tu mente trabaja mucho más que antes recordando imágenes que resultan agradables, y que tus ojos tienen un brillo especial que no puede compararse con ningún diamante. Y notas millones de mariposas revoloteando por tu estomago cuando recuerdas su cara, sus gestos, sus palabras. Y te enamoras aun más. Y más. Y más. Y cuando te das cuenta ya has comprado la enciclopedia entera; es decir, ya no puedes dar marcha atrás y fingir que no sientes nada. Si la enciclopedia es tan buena como el vendedor te ha prometido ya no lo sabes; lo que si sabes es que, de momento, es la mejor del mercado. La mejor. Alguna se le parece, pero ella es la más completa y actualizada.

Querer NO siempre es poder

A veces quieres lo que sabes que no puedes querer. Y no es que esté prohibido, es solo que ese quieres no va de la mano con el puedes. Lo peor de todo es que, a veces, te partes la crisma intentando comprenderte a ti mismo. Sí, intentando entender porque demonios tienes que fijarte en algo que es posible que nunca sea tuyo. A mí me pasa, y aunque a veces intento ponerme seria e intentar solucionar el gran problema nunca lo logro. Supongo que es así porque en el fondo no quiero lograrlo; existe ese algo que me tiene atada a él. Y así van pasando las horas, los días, los meses y hasta los años. Creo que nunca aprenderé. No escarmiento. Lo veo imposible, pero no me suelto. Me gusta. Es… ¿Cómo decirlo? … ¡Bah! No sé porque me esfuerzo tanto si ya se me la palabra de memoria. Masoquismo. ¡Eso es! Masoquismo puro y duro. Y que feliz voy por la vida pensando a cada rato que hace, con quien está, con quien habla, si ríe, si duerme, si esto, si lo otro. Y en los días de suerte puede ser que se aparezca ante mis ojos para regalarme un hola o un ¿Cómo va? Y entonces me derrito y pierdo los esquemas. Empiezo a decir bobadas y bla, bla, bla. Que le voy hacer si soy así. Dura de roer, pero al mismo tiempo blanda como los bizcochos que hace mi abuela. Si es que no me cansaré de decir que a pesar de lo que los otros piensen me gusta, y mucho.

¿ Si o no? Por mi parte, ¡SÍ!

Espero que el post de hoy no cause molestias, ya que está ambientado en política, y en este tema acostumbro a ser un poco radical.
Para entender el contenido del post es preciso saber que el dia 13 de diciembre en mi pueblo se celebrará el Referéndum per l'Autodeterminació de Catalunya. Creo que también hay que saber que mis ideales son un cóctel molotov; existe una mezcla explosiva entra ideales vascos y catalanes que concluyen en lo mismo: Que nos den la parte que nos toca, no la que ciertas personas quieren. Por mi parte, estoy encantada de que en mi pueblo se celebre el Referéndum. Encantada porque lo veo como algo positivo. Como ya he dicho, en política soy un poco radical; soy de izquierdas, y cuando digo de izquierdas quiere decir de izquierdas. Todo lo radical es malo, pero son mis ideas y creo que deben respetarse, al menos, como se pide que se respeten las demás. En mi caso, nunca quemaré un coche o mataré a alguien por mis ideas, pero para juzgar mal o bien ciertos actos hay que conocer un poco las causas. Hoy en dia, en política, es muy difícil discutir quienes son los buenos y quienes son los malos, simplemente porque aun no he visto ningún político que intente defenderse sin sacar los trapos sucios del vecino. Sinceramente, creo que la política de este país es de bombo y pandereta. Quiero que quede bien claro, y quizás me subiré un poco por las paredes, pero no entiendo que se ilegalicen ciertos partidos con ciertos ideales y en cambio se autorice a los grupos falangistas para que se manifiesten en las poblaciones que celebrarán el Referéndum. Lo siento, o es que soy corta o es que me he perdido algún capítulo de Barrio Sesamo. Que esto no siente mal a nadie; de estos partidos me gustaría hablar algún día. Y con esto no quiero decir que apoye a grupos terroristas ni nada por el estilo, solo apoyo la libertad y creo que hay que saber que hasta que ciertas cosas no ocurran ciertos actos no terminará. A lo que iba, creo que es vergonzoso. Si quieren expresarse que lo hagan, pero la expresión se basa en el respeto y creo que ese dia no respetará gran cosa. Han aceptado no manifestarse el dia 13, pero lo harán el 12 y aunque se diga que no habrá tensión creo que por las calles de mi pueblo no se andará seguro. No quiero aguar la fiesta, pero ese dia andaré con cuidado. Lo que si tengo claro es que ese dia tocará callar si alguien pasa a tu lado y te grita: ¡Viva España! Tocará callar porque sino te cambiaran la cara en menos que canta un gallo. Lo radical tiene esto, y aunque no lo parezca, todo lo radical tiene niveles y en estos casos los niveles siempre están al máximo. Solo espero que ese dia, nadie, absolutamente nadie, sea capaz de plantar cara por su cuenta a los falangistas. Creo que hay gente que tienen como trabajo garantizar nuestra seguridad, y aunque nos escueza tocará dejar paso libre por el bien de todos. Si se quiere hacer piña estaré en primera fila, pero por mi cuenta podéis estar seguros que no haré nada. Votaré, y lo haré encantada. Porque a pesar de que digan que con esto no ganaremos nada, creo que es mejor aportar un minúsculo granito que no mover ni un dedo y juzgar. El 13 de diciembre votaré por mis ideales. Espero que sean muchos más los que lo hagan.

Conocer el pasado es indispensable

Muchas veces olvidamos el pasado; no porqué lo queramos así, sino porque muchos actos del presente así lo imponen. No sé si a vosotros os pasa, pero muchas veces, mientras voy andando por las calles de mi pueblo o de mi ciudad, no puedo evitar imaginar como eran años atrás o, simplemente, si eran. Hay piedras que aún nos cuentan historias, árboles que llevan en pie centenares de años, casas que nos muestran que no siempre todo ha sido tan sofisticado como ahora. Y a pesar de todo esto, a pesar de tener el pasado delante de nuestras narices, no le damos importancia. El paso del tiempo es mucho más que el paso de las modas, las creencias, las tendencias, etc. El paso del tiempo nos ha marcado, nos marca y nos marcará. Lo que ahora nos parece increíble dentro de unos años será lo más normal del mundo. ¿Por que? Pues porque con el tiempo las cosas cambian y las personas cambian con las cosas. Muchas veces me pregunto si dentro de muchos años, cuando ninguno de nosotros esté en este mundo, la gente seguirá recordando las hazañas de Aquiles, seguirá estudiando el Gernika, seguirá leyendo a Mario Benedetti, estudiará las guerras y entenderá que en ellas no hay ni buenos ni malos o si simplemente seguirá renovando las hipótesis que abordan la Prehistoria. Olvidando el pasado, la Historia, no llegaremos a ningún sitio. Sin conocer el pasado seremos individuos incapaces de saber porque pensamos, hablamos o actuamos del modo que lo hacemos, por ejemplo. Es por eso que creo que conocer la Historia y todo lo que ella conlleva es indispensable. No pido tanto, solo un poco de culturilla general, para variar. Ya dije en un post anterior que conocer el pasado nos puede ayudar a no caer en ciertos errores. A veces funciona. A veces, conocer las posibles consecuencias de un hecho te ayuda a no volver a hacerlo.